miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL DEBATE SOBRE EL TDAH (2)

El goteo de noticias polémicas en torno al Trastorno de Défícit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es incesante. Por una parte desde las asociaciones de padres de niños hiperactivos tratan de sensibilizar a la sociedad sobre las dificultades de padecer este trastorno. Por otra,cada vez más investigaciones alertan sobre el incesante aumento de diagnósticos de TDAH y otros trastornos psiquiátricos.  A diferencia de otras polémicas científicas, esta no es una discusión de salón sino que condiciona la práctica cotidiana de pediatras, psiquiatras, orientadores, psicólogos, padres y educadores que a diario han de tomar decisiones importantes sobre niños con enormes dudas sobre si están haciendo lo correcto. ¿Qué hacer? ¿Cómo actuar de forma sensata ante informaciones tan contradictorias?

Una de las cuestiones más debatidas por la comunidad científica es la falta de validez del diagnóstico del TDAH, o dicho de otra forma, la falta de criterios objetivos (marcadores biológicos, pruebas fisiológicas, pruebas genéticas...) en la definición de este trastorno. Este debate, se enmarca a su vez en uno más amplio en el que está inmerso la psiquiatría en su conjunto, que se ha agudizado por la reciente publicación del DSM-5, (quinta revisión del Manual Diagnóstico y Estadístico considerado la biblia de los trastornos y enfermedades mentales). En España esta controversia apenas si esta llegando a la opinión pública, pero en EEUU ocupa mucho espacio en la prensa generalista  con opiniones muy encontradas. Recientemente el  Director del Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU.  Dr. Thomas R. Insel (máxima autoridad en el campo se la salud mental en Estados Unidos) afirmaba lo siguiente: " hay que reformar la dirección de la investigación psiquiátrica para centrarse en la biología, la genética y la neurociencia para que los científicos puedan definir los trastornos por sus causas en lugar de sus síntomas. En consonancia con esta opinión la organización que preside el  National Institute of Mental Healt  (NIMH) propone un nuevo sistema de clasificación basado en criterios más científicos. Para ello el NIMH ha puesto en marcha los Research Domain Criteria (dominio de criterios de investigación) un proyecto que pretende transformar el diagnóstico mediante la incorporación de genética, imagen, ciencias cognitivas, y otros niveles de información para sentar las bases de un nuevo sistema de clasificación.  Otro ejemplo,  SALLY L. SATEL (profesora de psiquiatría de la Universidad de Yale) publicaba en el New York Times en un artículo de opinión titulado "Why the Fuss Over the D.S.M.-5?" (¿Por qué tanto alboroto por el DSM-5?) donde criticaba la falta de validez de los criterios diagnósticos actuales ofrecidos por el nuevo manual de diagnóstico. Esta controversia que afecta a todos los trastornos psiquiátricos adquiere una virulencia aun mayor en el caso del TDAH, ya que algunos investigadores van más allá de la falta de validez y llegan a cuestionar incluso la propia existencia del trastorno. La revista Bebés y mas se hace eco de una entrevista realizada por Der Spiegel a  León Eisenberg "descubridor del TDAH" y donde pocos meses antes de morir este profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard  consideraba el TDAH como un "ejemplo de enfermedad ficticia".

El segundo grupo de críticas se agrupan en torno al sobrediagnóstico del TDAH . En estos momentos padecemos una situación que podríamos calificar de auténtica epidemia, debido el incesante aumento de casos. En los últimos 10 años el número de casos ha aumentado un 53% en EEUU, según datos del Centro de Prevención y Control de Enfermedades  donde al 19% de los chicos varones de EEUU en edad escolar se les ha diagnosticado TDAH.  En España el aumento es también constante cifrándose actualmente su prevalencia en torno al 7% de la población infantil. Científicos tan relevantse como Allen Frances director del DSM IV (anterior versión del Manual de Diagnóstico y Estadístico) alertaba recientemente sobre el peligro de sobrediagnóstico en los casos de TDAH, Autismo y Trastorno bipolar.  Mas cerca de casa, también algunos investigadores apuntan en la misma dirección, el último informe del Gobierno Vasco sobre evaluación del sistema asistencial advierte claramente sobre el alarmante aumento de casos y la prescripción indiscriminada de metilfenidato para niños con TDAH, cuya lista de efectos secundarios es extensísima.


Sobre las verdaderas causas de este frenesí diagnóstico muchos  señalan los intereses económicos de las grandes compañías farmacéuticas en las enfermedades mentales, que han convertido el tratamiento de los trastornos mentales en su mayor fuente de ingresos. Otras causas de este sobrediagnóstico en EEUU se apunta las políticas educativas vigentes, que priman (financian generosamente) a los colegios que obtienen alto en rendimiento en pruebas estandarizadas. En este contexto competitivo entre centros, la etiqueta de TDAH permite sacar a  los alumnos así diagnosticados de la evaluación (previsiblemente estos alumnos bajarían el rendimiento medio de la clase y por tanto las opciones de financiación de estos colegios).   


En medio de tanta confusión con tantos intereses en juego, mi única certeza fruto de la intervención en tantos casos es que funciona lo que siempre ha funcionado: el esfuerzo individual  del alumno y la ayuda de padres y profesores, ni más ni menos. Esta sencilla carta de una alumna con TDA dando las gracias a sus padres por haberla ayudado en sus estudios marca perfectamente el rumbo de lo que hay que hacer mas que muchos sesudos artículos, análisis y guías.