Los siguientes "consejos para formar delincuentes" son entregados por la Policía de Seattle (Washington) a los padres, cuando sus hijos son detenidos por primera vez (eso es lo que se dice al menos en muchos foros y blogs).
Por otra parte, con ligeras variaciones, también aparecen publicadas en el libro "Reflexiones de un Juez de Menores" del Juez español Emilio Calatayud.
Sea quién sea su autor, lo cierto es que por su agudeza intelectual y fino sentido del humor sin duda merecen ser recordadas de vez en cuanto por todos los padres.
1. Dé a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece.
2. Si habla con expresiones groseras, ríale la gracia para animarle a ser más grosero.
3. No le dé ninguna educación espiritual. Ya la elegirá él cuando sea mayor de edad.
4. No le reprenda nunca. Podría crearle complejos de culpa.
5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, juguetes, ropa... Ahórrele todo esfuerzo. Así creerá que todo el mundo debe estar a su servicio.
6. Que lea todo lo que caiga en sus manos. Cuide la limpieza de sus platos, vasos y cubiertos, pero deje que su corazón y su cabeza se llenen de basura.
7. Riña y discuta con su mujer o con su marido en presencia de su hijo. Así no se sorprenderá ni le dolerá demasiado el día en que la familia se rompa.
8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que es necesario trabajar para ganarlo.
9. Satisfaga todos sus deseos, placeres y caprichos. La sobriedad le llevaría a una frustración perjudicial.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto con los amigos, vecinos o profesores. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo, que le han tomado manía y le quieren mal.
El decálogo terminaba con una advertencia: Si usted pone en práctica estos consejos, prepárese para arrepentirse toda su vida, aunque podrá consolarse con la disculpa más fácil: "nunca pude con este muchacho".